Las última tres elecciones (2001, 2006 y el 2011) nos dan una idea clara que el paÃs se está polarizando en torno al cambio o en torno a la aversión al riesgo. Estas dimensiones se notan más claramente si se analiza las votaciones desde una perspectiva espacial; la cual mostrará que las zona más propensas al cambio no sólo son más numerosas geográficamente, pero más contiguas espacialmente. Ninguna de las dos representa mayorÃa absoluta, pero le exige a los candidatos representar claramente una de ellas y a la vez, buscar ser atractivo para los votantes que aun no definen bien su posición.
Claramente, ha habido un ganador en cada una de esas posturas: TOLEDO era alejarse de Fujimori al 2001; ALAN era menos riesgoso que Ollanta el 2006,y Ollanta era alejarse de ALAN 2011, cuando Keiko era más sinónimo de continuidad. Pero si ha habido esa oscilación es por que ni el cambio ni la continuidad se tradujeron efectivamente en lo que los electores esperaban de ellos. No sugerimos que ahora ganara una u otra, pero si creemos que tal dinámica está activa y la incertidumbre se despejará el dÃa de las elecciones de la segunda vuelta todavÃa.
En este proyecto de organización de información, veremos si con simples mapas y sencillo cruces de variables, podemos dar soporte a esta emergente polarización.
Las elecciones volvieron al Perú en 1980, luego del Gobierno Militar instaurado en 1968. En 1980, gana Fernando Belaúnde (Acción Popular); en 1985, gana Alan GarcÃa (APRA); y en 1990, gana Alberto Fujimori (Cambio 90), quien cerró el Congreso en 1992, llamó a elecciones para nuevo congreso en 1993 (que darÃa la actual Constitución sometida a referéndum en 1993), bajo la cual se elegirÃa él nuevamente en 1995 y re elegirÃa en el año 2000. Es innegable que Fujimori supo administrar el apoyo popular, pues mantuvo su popularidad alta en los diez años que estuvo de Presidente. Luego de diez años en el poder, y haber conseguido el apoyo popular en diversos procesos (presidenciales, congresales, referéndum), el año 2000 los distritos del Perú mostraron un respaldo en primera vuelta no conseguido por otros candidatos a la fecha:
Se puede asumir que su masa popular debió sufrir un fuerte golpe anÃmico, al revelarse todo el entramado de chantaje, corrupción y abuso de poder que salió al aire luego de la elección del 2000, lo que no sólo le harÃa renunciar, si no que también alterarÃa lo que el ciudadano comenzarÃa a buscar en sus nuevos lÃderes.
Cada DISTRITO EN GRIS representa aquél donde al candidato obtuvo la mayorÃa de los votos. Si esta mayorÃa es ROTUNDA es por que el candidato obtuvo cerca al 80% de los votos, y ahà el color es más intenso (en NEGRO). Otra lectura es que sólo hubo UN CANDIDATO EFECTIVO, lo que se calcula con la formula de Simpson utilizando el porcentaje que todos los candidatos obtuvieron en la competencia.
Como referencia adicional, se informa en cuantos distritos GRANDES (de más de 100 000 pobladores) el candidato ganó. Según el ultimo censo, en 2007 habÃan 47 distritos de ese tipo (recuérdese que en 2001 habÃa menos distritos y otros fueron creados al 2011). NINGUN candidato tuvo victoria rotunda en este tipo de distritos en primera vuelta (los distritos grandes no han sido coloreados en los mapas).
AsÃ, históricamente, podrÃamos esperar que para estas elecciones:
Vuelva a necesitarse una segunda vuelta.
Que el paÃs polarice sus preferencias. El sur y parte de la sierra central y norte, asi como la selva central apoyarÃan a un tipo de candidato que representase para ellos el cambio, un alejamiento de lo vivido, que plantee un nuevo escenario. Suponemos, que en el imaginario de la gente, los candidatos de los mapas de la fila superior buscaron representar esa idea.
Que la costa central y norte, con menor espacio pero peso electoral considerable apoye a un candidato que representarÃa para ellos menos riesgo, alguien que no sacrifique lo que se ha logrado y que mejore lo que hay sobre la base de lo avanzado.Suponemos, que en el imaginario de la gente, los candidatos de los mapas de la fila inferior buscaron representar esa idea.
Hay evidentemente espacios difusos donde ambos pueden tener opción.
La ventaja del candidato que convenza que él es el cambio, es que el espacio que busca esa opción de distribuye de manera contigua, lo que facilita el contagio.
Sin consideramos los que buscaron el cambio a los que votaron por TOLEDO 2001 Y Ollanta 2006 Y Ollanta 2011; y a los que prefieren menos riesgos a los que NO votaron en ninguna elección por ellos, vemos la una distribución espacial donde resalta por un lado la aglomeración de los PRO CAMBIO y de los PRO NO RIESGO en zonas particulares del paÃs, con la particularidad que hay mayor contigüidad espacial en los primeros:
Utilicemos estos dos mapas y combinemos otras variables, para asà tratar de seguir encontrando patrones.
En un solo mapa se ve a los dos tipos de distritos. Los puntos azules nos informan en qué distritos no hay comisarias (mapa de la izquierda) o dónde no hay médicos del MINSA (mapa de la derecha).
Podemos descartar asociación cuando los puntos se distribuyen por igual en los dos tipos de distritos considerados. AsÃ, se observa que la población que apostarÃa por el cambio tiene carencia de comisarias; salvo en el caso de la sierra norte, donde apoyaron al menor riesgo. Aún asÃ, los pro cambio casi quintuplican a los adversos al riesgo. Sin embargo, hay un 47% que no esta en ninguno de estos grupos.
Situación similar se ve en el caso de los médicos, pero hay muchos menos distritos en total con esta carencia. AsÃ, los pro no riesgo son un tercio de los pro cambio, pero hay un 52% de estos distritos que no encajan en esta categorización.
Vale la pena indicar que una comisaria puede atender a más de un distrito; del mismo modo, que no haya médico puede significar que en ese distrito la posta del MINSA puede tener enfermeros.
De igual manera, los puntos azules nos informan en qué distritos no hay escuela primaria (mapa de la izquierda) o dónde no hay escuela secundaria (mapa de la derecha). El patrón de puntos en este caso, no permite afirmar asociación.
Este no es un indicador de calidad de la educación.
Se ha considerado ver si el factor rural juega un rol en esta aparente polarización. Los distritos mayoritariamente rurales pueden estar cerca de las grandes ciudades pero en promedio tienen menos votos que éstas. Asà nos interesa saber con qué tipo de distrito se identificarÃa la mayorÃa de los distritos mayoritariamente rurales (según Censo 2007). Los puntos representan esos distritos, y la diferencia de distribución es evidente. Se aprecia que los distritos considerados aquà pro-cambio son casi 4 veces más que los otros. Sin embargo hay un 42% de distritos que no está en ninguno de estos grupos.
Una manera de aproximarse a los ciudadanos de menor recursos es saber si sus hogares tiene necesidades básicas insatisfechas (NBI). Se ha identificado qué distritos tiene 30% o más de sus hogares con 2 o más NBIs, y al igual que los casos anteriores estos son los puntos en azul. En este caso, los distritos considerados aquà pro-cambio son casi 5 veces más que los adversos al riesgo. Sin embargo hay un 49% de distritos que no está en ninguno de estos grupos.
Los distritos pro no riesgo con comunidades amazónicas son la mitad del grupo pro cambio. Pero la gran mayorÃa no está en ninguna de estas categorÃas (62%). Por otro lado, las comunidades Quechua y Aimara, incluyendo los Jaqaru, están en distritos que apoyan mayoritariamente al cambio. AsÃ, sólo el 1.2% de los centro poblados Quechua, Aimara y Jaqaru están en distritos pro aversión al riesgo; mientras que el 71.2% está en los distritos pro cambio.
Trabajo hecho con el soporte del: